MANUEL MIGUEL HERNÁNDEZ MANRESA, Manuel Miguel (Cox, 4-I-1939 – Elche, 23-V-1984). Fue el segundo hijo del poeta Miguel Hernández y su esposa Josefina Manresa. Sus padres decidieron ponerle este nombre compuesto en memoria de su abuelo materno Manuel Manresa Pámies y su abuelo paterno Miguel Hernández Sánchez, aunque su padre solía llamarle familiarmente como Manolillo o Cuqui, según se puede leer en algunas de las cartas del poeta a su mujer. Así, el 18 de febrero de 1939 escribe Miguel a Josefina desde Valencia: “No te preocupes por mí, que dentro de poco me tienes a tu lado y al de Manolillo”. Durante la etapa carcelaria de Miguel Hernández se muestra constante la presencia de su hijo en las cartas que escribe a su esposa así como en distintos poemas que le rememoran. Mención especial merece el poema de las “Nanas de la cebolla” que compone Miguel Hernández para su hijo en la prisión madrileña de Torrijos, en septiembre de 1939, al recibir una carta de su esposa comentándole que se alimentaba a base de cebollas. “El olor de la cebolla que comes – le escribe Miguel a Josefina- me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche”. Tras la muerte de Miguel Hernández en el Reformatorio de Adultos de Alicante el 28 de marzo de 1942, Josefina decide trasladarse con su hijo Manuel Miguel a Elche para buscar trabajo. Así, en el año 1950 Josefina Manresa y su hijo Manuel Miguel, de once años de edad, fijan su residencia familiar en la ciudad de Elche en una sencilla vivienda de planta baja situada en la calle Reina Victoria, número 55, esquina con la calle Serrano Anguita. Manuel Miguel continuó sus estudios escolares en distintos colegios ilicitanos, así como en otro centro educativo de Valencia, donde permaneció varios meses bajo la tutela del matrimonio de Josefina Escolano (Mª de Gracia Ifach) y Francisco Rives. En los años 70 contrajo matrimonio con Lucía Izquierdo García, con quien tuvo dos hijos: María José y Miguel. El 23 de mayo de 1984, a los cuarenta y cinco años de edad, murió Manuel Miguel Hernández en su domicilio familiar de Elche debido, según noticias publicadas en la prensa local, a una embolia pulmonar. Su cuerpo fue enterrado junto al de su padre en el cementerio de Alicante.
Metamorfosis himnica: un testimino. Antonio Chicharro.
Autores: Francisco Acuyo. José Adsuar Soto. Paul Aubert. José Cabrera Martos. Antonio Checa Lechuga. Antonio Chicarro. Antonio Donizeti da Cruz. Giocanni Dotoli. Ma Antonia Gracía Mateo. Constanza González Ferrer. Encarnación Medina Arjona. Eugenio Maqueda Cuenca. Ana Martín Puigpelar. Narlan Matos. Francisco Morales Lomas. Adalberto Müller. Carmelo Palomino Kayser. Manuel Urbano Pérez Ortega. Javier del Prado Biezma. Antonio Romero Martínez. Éric Svry. Víctor V. Suárez. Carlota Vivens. Fernando de Villena. Xabier.
Donación del Instituto E. G. realizada a Ramón Fernández Palmeral.
El 12 de enero de 2017 se impartió la primera conferencia sobre los 75 años de la muerte de Miguel Hernández en Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Alicante. Presentado por Tomy Duarte, con un lleno de píblico entusiasta. Imparte el hernaniano Ramón Fernández Palmeral.
Retrato de la célebre Gerda Taro empuñando su cámara. La autoría de esta imagen con un encuadre distinto llegó a estar asociada a Robert Capa, leyenda del fotoperiodismo y pareja sentimental de Taro. El negativo original apareció entre el acervo de Zúñiga. / Guillermo Fernández Zúñiga
Una vieja lata de película, sellada por el óxido, llegó en 2010 a la Asociación Española de Cine Científico. Era una donación de la familia de Guillermo Fernández Zúñiga, fundador de la asociación. Dentro había miles de negativos con escenas inéditas de la Guerra Civil española. Entre ellas, la imagen original de un icónico retrato de Gerda Taro, poco antes de morir, cuya autoría llegó a ser atribuida a Robert Capa. Es solo uno de los hallazgos en este acervo que ahora se expone al público.
Sábado 10 de diciembre de 2016
LEICA EN RISTRE, a la caza del encuadre y el instante perfecto. Ella siempre está buscándolos. Solo la muerte con la que se dará de bruces tres semanas después impedirá que siga haciéndolo. Se acerca la cámara al ojo derecho mientras la luz a su espalda baña su rubio cabello corto. A pocos metros, con idéntico ademán y en total sincronía, otro fotógrafo dispara y toma uno de los retratos más emblemáticos de Gerda Taro, la joven que enamoró a Robert Capa y con quien formó la legendaria pareja de fotorreporteros que inmortalizaron la guerra civil española. La imagen, cuyo negativo original puede verse ahora reproducido a la derecha de estas líneas, es mundialmente conocida. Pero no quién la hizo.
zúñiga se pasó la guerra civil con una cámara de fotos en la mano, como recuerda su hija. sus imágenes encierran un pedazo de la historia de españa
“No conocemos al autor y no hay ninguna información adjunta a la foto”. El correo electrónico enviado desde el International Center of Photography (ICP) ocupa apenas dos líneas. Esta institución guarda en su sede de Nueva York la única copia conocida de la imagen. “Era parte del Archivo Robert Capa que perteneció a su hermano, Cornell Capa”, señalan. La fechan en julio de 1937, “en el frente de Guadalajara”. La copia, recortada y reencuadrada, ha sido el origen de numerosas reproducciones. Resulta fácil encontrarla en Internet. Y, a pesar de que no se conocía al verdadero autor, llegó a ser publicada con el crédito atribuido a Robert Capa. El negativo ha estado perdido durante casi 80 años. Rogelio Sánchez, de 57 años, forma parte de la Asociación Española de Cine Científico (Asecic) y recuerda que le resultó difícil abrir aquella lata oxidada de película fílmica de 70 milímetros, que había llegado a sus manos “por casualidad”, en 2010, donada por la familia del fundador de la asociación. Lo que Sánchez no imaginaba entonces es que, cuando lograse destaparla, encontraría cerca de 3.500 negativos con escenas de la Guerra Civil. Un documento histórico de gran magnitud, ordenado en pequeños sobres de papel. Sánchez enseñó el acervo a un compañero aficionado a la fotografía, Alfredo Moreno, quien detectó entre ellos una imagen que llamó su atención: Gerda Taro a punto de tomar una foto. Estaban ante el verdadero retrato de la reportera y un indicio de que el autor sin nombre era un desconocido español: Guillermo Fernández López Zúñiga.
Parte del contenido de la lata donde aparecieron miles de aquellos negativos de Zúñiga, algunos de los cuales ilustran este reportaje. / GUILLERMO FERNÁNDEZ ZÚÑIGA
Biólogo y cineasta nacido en Cuenca en 1909, Zúñiga se pasó la guerra con una cámara en la mano. “Siempre llevaba una encima”, recuerda su hija Teresa Fernández frente a una taza de café en su casa de Madrid. Mientras habla, Fernández despliega sobre la mesa media docena de vetustas máquinas compactas y réflex que pertenecieron a su padre, a quien le fascinaba retratar la naturaleza. Esta pasión arraigó en él desde niño y le acompañó toda su vida. Fue profesor de ciencias naturales y pionero en el rodaje de filmes de contenido científico, entre los que destaca su ópera prima: La vida de las abejas. Décadas más tarde, llegaría a ser considerado padre del cine científico español. Sus fotos, sin embargo, apenas se conocían. Ahora, una exposición las rescata del olvido. La muestra se abrirá el próximo 14 de diciembre en el madrileño cine Doré; ha sido organizada por la Filmoteca Española y la ASECIC, que además celebra su 50º aniversario. Allí podrán contemplarse más de un centenar de imágenes que saldrán a la luz por primera vez, algunas de las cuales se reproducen en estas páginas. Cada una cuenta un relato. El de los soldados ateridos fumando en la nieve. Las trincheras de Madrid. Los adolescentes catalanes que sonríen tímidos antes de partir al frente. Los puentes de la batalla del Ebro. El cortejo fúnebre de Largo Caballero en París. Lugares, momentos y rostros que ya no existen. Pero sobreviven en estas fotos.
Retrato de Zúñiga, padre del cine científico español, que desarrolló una labor como fotorreportero durante la contienda siguiendo los pasos del Ejército republicano.
El impulsor principal de esta labor de recuperación ha sido Rogelio Sánchez, convertido en albacea del legado fotográfico de Zúñiga. Sánchez ha logrado trasladar todos los negativos a la Filmoteca Nacional para que sean debidamente conservados y difundidos. Tan solo esta colección serviría para ilustrar decenas de volúmenes sobre la Guerra Civil con imágenes inéditas. Trinidad del Río, trabajadora del archivo gráfico de la Filmoteca, se encarga de reproducir el último centenar de placas no clasificadas. Proceden de una pequeña caja de metal que se encontraba dentro de la misteriosa lata. No son pocos los negativos ajados y descompuestos. Algunos han empezado a convertirse en polvo. Su destino final es un búnker de hormigón subterráneo, junto a miles de películas que preserva esta institución. Al ser negativos de nitrato, un material delicado y altamente inflamable, precisan de condiciones especiales de conservación.
soldados ateridos. trincheras de madrid. puentes de la batalla del ebro. lugares y rostros que ya no existen. pero sobreviven en estas fotos
Pero este no es el único acervo atribuido a Zúñiga. El Centro Documental de la Memoria Histórica conserva en Salamanca unos 300 negativos que saltaron a los medios cuando su existencia se conoció en 2011. Este conjunto fue vendido al Ministerio de Cultura por Tino Calabuig, fundador de la madrileña galería Redor. Durante una conversación en su casa, Calabuig sostiene que Zúñiga se los regaló y desvela haber descubierto en su archivo 200 fotografías más. Asimismo, el Archivo Histórico del Partido Comunista de España (PCE) conserva varios cientos de negativos donados, al parecer, por Zúñiga. Rogelio Sánchez guarda en su memoria el día en el que, hace muchos años, siendo empleado del Museo de Ciencias Naturales, perteneciente al CSIC, recibió la visita de un hombre que preguntaba por algunas viejas películas de cine científico. Aquel desconocido le explicó que las había rodado antes de la guerra, pero que deberían estar ahí. Le dijo su nombre y algunos títulos, entre ellos La vida de las abejas. Sánchez consultó el archivo, pero el nombre que le daba había sido borrado durante la dictadura y los filmes habían desaparecido. No recuerda con claridad la reacción de aquel señor del que acabaría siendo amigo, pero a su mente viene una sonrisa serena.
Vista de la Ribera del Manzanares desde las azoteas del Palacio Real. Guillermo Fernández Zúñiga
“Mi padre era serio, pero no triste, cariñoso sin ser besucón”, leyó Teresa Fernández en el acto con motivo del homenaje dado a su padre en la Filmoteca Española el 23 de septiembre de 2009, cuatro años después del fallecimiento de Zúñiga. “Hablaba muy poco, despacito, siempre con un punto de ironía; no era un gran conversador a no ser que se tratara de cine, y sobre todo de cine científico”. Apenas contaba nada sobre la guerra. Cuando la contienda estalló en 1936, Zúñiga aprovechó sus conocimientos audiovisuales para rodar noticieros que emitía el servicio de propaganda del PCE. Una actividad que le permitió acompañar a periodistas que llegaban a cubrir la tragedia. “Esta participación en los trabajos cinematográficos determinó que frecuentemente fuese designado para acompañar, por ciudades y frentes de batalla, a reporteros y directores de películas que venían a la zona republicana”, explica el propio Zúñiga en una de sus cartas recogida en el libro Guillermo Zúñiga. La vocación por el cine y la ciencia, editado por la UNED. Entre los cineastas con los que coincidió están Roman Karmen, una de las figuras más influyentes en la historia del cine documental, o Joris Ivens, director del filme The Spanish Earth, cuyo guion escribieron Ernest Hemingway y John Dos Passos, y que fue narrado por Orson Welles.
chicos con trompeta y tambor. Numerosas fotos similares, de probable contenido propagandístico, se conservan en el archivo del PCE. Guillermo Fernández Zúñiga
Si en algún momento Zúñiga acompañó a Robert Capa o Gerda Taro, quienes viajaron a España siendo novios para cubrir la Guerra Civil, es un misterio. Pero las fotos que guardaba evidencian que coincidió con ellos en varios lugares y momentos. Algunas de las imágenes atribuidas a Zúñiga encajan en series de célebres fotógrafos extranjeros. Entre los negativos que el galerista Calabuig vendió al Ministerio, por ejemplo, hay uno de unos granaderos republicanos idéntico a una imagen de la agencia Magnum firmada por David Seymour, Chim.
publio lópez mondéjar: “igual que en la maleta de centelles había fotos suyas y de otros, es posible que en la lata de zúñiga ocurra lo mismo”
En el caso de la fotografía tomada a Gerda Taro, los negativos de Zúñiga revelan que la escena no tuvo lugar en Guadalajara, sino en Valencia, en julio de 1937. Por aquellos días, la ciudad levantina era un hervidero de intelectuales de todo el mundo comprometidos con la causa de la República: Antonio Machado, André Malraux, Miguel Hernández, Alexéi Tolstói, Pablo Neruda, Octavio Paz… Ellos y muchos más participaban en el Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura que se celebró en el consistorio valenciano y que la joven fotógrafa estaba cubriendo. De algún modo, la copia del retrato de Taro acabó en Nueva York, en manos del hermano de Capa, fundador del ICP, fallecido en 2008. “La Guerra Civil era un contexto muy confuso en el que los fotógrafos colaboraban entre sí y en el que el concepto de autoría no era como el de ahora”, explica el fotohistoriador Publio López Mondéjar. “Era frecuente que se intercambiaran fotos puntualmente, cuando tenían que cubrir algo y no llegaban a tiempo. De hecho, en el grupo de Gerda Taro, David Seymour y Robert Capa hay muchos casos en los que las autorías no están claras y la opinión mayoritaria entre los expertos es que son dudosas”. Este respetado especialista recuerda que muchos fotógrafos extranjeros se movían en la órbita del PCE, con el que entablaban contacto para viajar a España y que les facilitase moverse por los frentes y conocer a los mandos militares. Enviaban las fotos ya reveladas a los medios y en muchos casos no llevaban encima su material. “Era peligroso ir con según qué negativos”, dice López Mondéjar. “Se los dejaban a algún camarada para que los guardase”.
Nave de un campo de concentración y escena sin identificar en un hospital de campaña. / GUILLERMO FERNÁNDEZ ZÚÑIGA
López Mondéjar no descarta que en la lata de Zúñiga pueda haber imágenes de otros fotógrafos. Y recuerda que cuando estudió el archivo de Agustí Centelles concluyó que entre sus imágenes había algunas de otros autores, como Gonzanhi o Torrents. “Igual que en la maleta de Centelles había fotos de él y de otros, puede que en la lata de Zúñiga haya fotos suyas y de otros. Solo me atrevo a especular”. Tras la guerra, Zúñiga tuvo que dejar atrás a su familia, su país y sus queridas películas de cine científico. Marchó al exilio y formó parte de los miles de refugiados españoles que acabaron varados en las playas de Argelès-sur-Mer, al sur de Francia. Allí se las ingenió para hacer fotos de la vida de los refugiados a la intemperie y para fabricar un pequeño laboratorio de revelado con latas y los materiales que pudo reunir, según relata su hija. “Era muy manitas”, recuerda. Lograba salir del cercado gracias a su buena relación con algunos gendarmes, a los que retrataba con su cámara. Escribía mucho a su mujer y a su hija, y junto a sus misivas enviaba cuentos y dibujos. Su paso por aquellos campos erosionó su salud y contrajo una bronquitis crónica. Cuando por fin pudo salir, se ganó la vida en Francia esculpiendo figuras en muebles de madera.
Enrique Líster, uno de los principales jefes comunistas del Ejército republicano. Guillermo Fernández Zúñiga
Pocos meses después estalló la II Guerra Mundial y la ocupación nazi. “Durante toda la segunda gran guerra europea, yo permanecí en Francia trabajando y luchando al lado de la Francia Libre. Por esta actividad fui encarcelado y encerrado en el campo de concentración de Gurs, de donde me evadí cuando me iban a trasladar a los campos de concentración y de exterminio de Alemania. Me vi obligado a vivir en la clandestinidad con el nombre de Guillermo Zúñiga López”, narra en primera persona en su correspondencia. De su vínculo con el Gobierno republicano en el exilio dan fe las instantáneas que conservaba del funeral de Francisco Largo Caballero en París en 1946 e imágenes de la cúpula del PCE tras la guerra. “Yo conocí físicamente a mi padre en 1954”, relata Teresa Fernández. “Nos esperaba en el puerto de Buenos Aires”. La familia decidió trasladarse a Argentina, adonde Zúñiga viajó al salir de Europa. Era la primera vez que se veían. “Nuestra vida en Argentina transcurrió desde el principio como si siempre hubiésemos estado juntos”, rememora. Allí su padre pudo labrarse una carrera en la industria del cine, mantuvo contacto con españoles exiliados como el escritor Rafael Alberti o el cineasta Carlos Velo y volvió a rodar documentales de cine científico. Siempre quiso volver a su Cuenca natal.
Tropas republicanas en el frente de Buitrago. Guillermo Fernández Zúñiga
En 1957 regresaron a España. La salud de Zúñiga mejoró y comenzó a trabajar en la UNINCI, productora conocida por películas como¡Bienvenido, Míster Marshall! Ejerció como jefe de producción y conoció a Luis García-Berlanga, Juan Antonio Bardem y Francisco Rabal. Con el tiempo, creó su propia productora y se dedicó a su gran pasión, el cine científico. Rodó documentales y fundó la ASECIC. Nunca reivindicó sus miles de imágenes de la Guerra Civil. Sus allegados creen que no quiso comprometer a quienes aparecían en ellas. Y que toda su atención estaba centrada en la ciencia. En un rincón de aquella casa de Cuenca guardó la lata llena de imágenes, entre las que se encuentra el misterioso negativo del retrato de Taro. Tres semanas después de que la fotógrafa fuera retratada en Valencia, el Ejército republicano embestía las líneas franquistas en Brunete. El ataque acabó en una desbandada en la que se vio inmersa Taro tras fotografiar la ofensiva. Un tanque republicano la arrolló y la hirió de muerte. No llegó a cumplir los 27. Pero sus fotos ya eran leyenda. El legado de Zúñiga ha esperado, en cambio, 80 años hasta arrojar nueva luz sobre el pasado reciente de España.
·Orihuela, Elche y Alicante volverán a ser las sedes de un encuentro al que asistirán destacados hernandianos americanos y europeos
“Es la invitación más hermosa, emocionante y conmovedora que me han hecho en la vida”, ha manifestado Raúl Zurita, el insigne poeta chileno, en respuesta a la invitación remitida por el equipo organizador del IV Congreso Internacional “Miguel Hernández, poeta en el mundo”, evento que el próximo año se unirá a la conmemoración del 75 aniversario de la muerte del autor oriolano. Zurita es uno de los poetas más destacados en lengua castellana, Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, Premio Nacional de Literatura de Chile y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante y la Universidad Técnica Federico Santamaría de Chile.
El Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert de la Diputación de Alicante, la Cátedra Miguel Hernández de la UMH de Elche, la Universidad de Alicante y la Fundación Cultural Miguel Hernández son las entidades organizadores de este Congreso que se celebrará del 15 al 18 de noviembre de 2017. Se trata de las cuatro entidades académicas y científicas que, en su mayor parte, estuvieron presentes en la organización de los congresos internacionales celebrados en 1992 (“Miguel Hernández, 50 años después”), en 2003 (“Presente y futuro de Miguel Hernández”) y en 2010 (“Miguel Hernández. 1910-2010”), año del centenario del nacimiento del poeta.
Este equipo de trabajo, constituido el 31 de mayo, valoró en primer lugar organizar un simposio de dos días, pero finalmente ha optado por dar continuidad a la secuencia de grandes congresos hernandianos. Con esta finalidad se han celebrado distintas reuniones para configurar el Comité organizador y el Comité científico, encargado éste último de seleccionar las comunicaciones propuestas.
Para su composición se ha recibido ya la confirmación de prestigiosos investigadores hernandianos de las universidades de Bérgamo (Italia), de Virginia, de la George Mason de Washington(EEUU), de La Habana (Cuba), de Chile y de las universidades españolas de Jaén, Alicante, UMH, Valencia, Murcia, Carlos III, Complutense de Madrid y Autónoma de Barcelona.
El Congreso “Miguel Hernández, poeta en el mundo” contará con cuatro bloques temáticos–“Miguel Hernández en América”, “Miguel Hernández en otras lenguas”, “Difusión y tecnologías: Miguel Hernández en el siglo XXI” y “Miguel Hernández actual”– y tendrá una convocatoria abierta para la presentación de comunicaciones, las cuales se incluirán en la programación junto a ponencias de los expertos invitados
Al igual que en los anteriores congresos, en los que se dieron cita especialistas de diversos continentes en la obra y la vida del poeta oriolano, las actividades programadas tendrán lugar inicialmente en Orihuela, Elche y Alicante, ciudades estrechamente vinculadas al autor de El rayo que no cesa.
Institución educativa “escuela autónoma media del estado n.º 110 con el estudio intensificado de la lengua española de nombre Miguel Hernández” - uno de las más viejas instituciones educativas secundarias de Moscú. La escuela lleva el nombre del poeta antifascista español Miguel Hernández.
La escuela n.º 110 fue formada combinando varias escuelas. Es una de las más viejas instituciones educativas secundarias a Moscú, si consideramos la edad de todos sus precursores.
Escuela n.º 100
la escuela secundaria femenina, 1910.
En 1794 Gabriel Delesalle, el hijo de Felipe Agosto Delesalle, así como el hermano Ignacio abrió la pensión “para los niños de padres nobles”, donde los idiomas extranjeros, historia, geografía, aritmética, fortepiano y otros eran enseñados. En la primera mitad del siglo XIX ocupó la mitad de la casa en el Acuerdo alemán de Moscú. En 1880 Zinaida Perepelkina compró la escuela secundaria clásica femenina particular de Maria Delesalle. En 1906 la escuela secundaria femenina pasa a Maria Bryukhonenko. En 1910 el edificio en la casa en la calle de Stolovy, 10, construido especialmente para él, se abre. En 1934 la escuela llamada número 100. En el año 1958 fue unida con la escuela n.º 110.
Escuela n.º 25
La escuela n.º 593 fue abierta el año de 1937 en Moscú, en la avenida de Novinskiy. En 1961 se convirtió en la escuela especializada n.º 25 con el estudio de un número de objetos en la lengua española. En el año 1967 fue reorganizada y unida con la escuela n.º 110.
Escuela n.º 110
la vieja escuela n.º 110.
En 1906 en la calle Merzlyakovsky fue abierta la escuela secundaria masculina con estuios de una duration de 6 años. En 1910 obtuvo su propio edificio. El administrador y el fundador de la escuela era Alexander Flerov. Alexander Barkov, posteriormente geógrafo-científico prominente y académico, era 1911 designados como el director de la escuela. El sistema pedagógico eficaz, dirigido hacia la formación de la asociación de la escuela común con los elementos de la uno mismo-dirección, fue creado 1925-1952 bajo la gestión del director Ivan Novikov en la escuela.
Situación moderna
Escuela n.º 110 de Moscú.
La escuela n.º 110 es una de tres escuelas de Moscú con el estudio intensificado de la lengua española. Los mejores especialistas de la lengua española conducen la instrucción, incluyendo los portadores de la lengua. En ella estudian los niños moskovitas y de trabajadores diplomáticos. Está inscrita en la lista oficial de las escuelas bilingües del ministerio de la formación y de la ciencia de España. Esto significa la posibilidad de una instrucción de ocho años en la clase bilingüe española. En este caso los niños gratuitamente obtienen los materiales de education, publicados en España. Los estudiantes pueden entrar en las instituciones educativas más altas de España y obtener el diploma del bachillerato. Los viajes educativos de verano a España se organizan para los colegiales. La escuela trabaja en colaboración cercana con las embajadas de España, de México, de Ecuador y de otros países de habla hispana, y también con la rama de Moscú del instituto de Cervantes. Los estudiantes participan en las medidas, organizadas por el instituto de Cervantes, asisten a exposiciones y a conciertos.
Enlaces externos
[1] Vladislav Rjéoutski. Les écoles étrangères dans la société russe à l’époque des Lumières. Paris: Cahiers du monde russe, N n° 46/3 2005, pp. 473–528.
[2] N. P. Sadkovich. Crónica de la Escuela de Moscú (en ruso)
Tras la desbandada del gobierno de la II República, una semana antes del golpe del Coronel Segismundo Casado, ocurrido el 5 de marzo de 1939. Miguel Hernández se encontraba en Madrid, se refigió en al casa del escutor de Talavera Victor González Gil, desde aquí fue varias veces a la embajada de Chile, hablo con Juvencio Valle, de la embajada, pero no quiso asilarse sin su mujer ni su hijo que etaban en Cox (Alicante) (de encargado de comercio estaba Carlos Morla Linch). En Madrid no pudo recoger un pasaporte que tenían preparado en el Gobierno Civil, por que los casadistas (partidarios del Consejo Nacional de Defena) estaban deteniendo a "negristas" y comunistas, y como nadie de sus compañeros de la Alianza de Intelectuales Antifascistas le dijeron que se fueran con ellos, ejemplo de Rafael Alberti y María Teresa León que se vinieron a Elda (posición Dakar) en coche con Hidalgo de Cisneros, el día 9 se vino andando y como pudo a Cox, porque lo dejaron tirado en Madrid, al poeta-pastor que tanto había hecho con sus poemas y Altavoz del Frente por la República. En Cox se entrevistó con Ramón Pérez Álvarez (miembro de la CNT) y se vinierona Alicante para ver si podian ghestionar un pasaporte, no lo consiguieron, Miguel se vino a Cox, y Ramón se quedó en Alicnate y lo detuvieron.
El Gobierno de la República se posicionó en Elda (Alicante) porque estaba cerca de la posible huida en avión hacia Orán desde un aeródromo. La decisión del presidente del Gobierno Dr. Juan Negrín López (No presidente de la República, que era Manuel Azaña que dimitió en febrerp) establecer su residencia en la finca de El Poblet (posición Yuste -nombre de la última residencia del empeardor Carlos V), y algunos de los centros de decisión fundamentales en Elda, ha llevado a que algunos historiadores denominen “Gobierno de Elda” a aquellos días comprendidos entre el 25 de febrero y el 6 de marzo de 1939 (diez Días).
En las cercanías de Elda se estableció también la llamada “Posición Dakar” (como la ciudad africana), del Partido Comunista de España donde estaba La Pasionaria, Rafael Alberti, Maria Teresa León, Hidalgo de Cisneros...,
En el pequeño caserío del El Fondó, en el término de Monovar, se había construido un pequeño aeródromo que no había tenido ningún tipo de protagonismo relevante durante la Guerra Civil, pero tuvo un importante papel para la huida de España de los últimos representantes del Gobierno Republicano establecido en Elda dando así por finalizada la contienda. 5 aviones salieron pra Orán.
PD-Toda la historia en las informaciones de los lugares reseñados en el kmz
(Como fuente se ha tomado “El final de la II República Española en Elda y Petrer, de J.R. Valero Escandell)
La Diputación de Badajoz, departamento de publicaciones, ISBN: 978-84-77796-2093-9. Publicación de la edición facsímil que los republicanos españoles editaron en el exilio, en la localidad de Rodez (Aveyron) entre junio de 1946 a marzo de 1947. Contiene un interesante y documentado artículo, titulado: "El exilio de los republicanos españoles en Francia". Edición anotada de Eutimio Martín. Al libro se adjuntan los facsímiles de los periódicos que es un documento historiográfico de gran relevancia. Todo un feliz hallazgo. Es una joya bibliográfica.
El president Ximo Puig se compromete con la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica a la instalación de la escultura de Eusebi Sempere 'La Paloma de Acero' en el puerto alicantino en memoria de los fusilados y exiliados durante el conflicto
Ximo Puig con la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, acompañado por los consellers de Justicia y Transparencia, Gabriela Bravo y Manuel Alcaraz, se ha reunido este martes con los miembros de la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica. Los representantes de la Comisión han solicitado del gobierno valenciano la anulación del proceso al poeta alicantino Miguel Hernández, una medida que desde el Consell han informado que no es posible.
No obstante, Puig sí que se ha comprometico con las otras dos demandas del colectivo por la recuperación de la Memoria Histórica. La primera reivindicación es la restauración del monumento a Miguel Hernández, que fue levantado en 1988 en los juzgados de Alicante, en Benalúa, donde se encontraba la enfermería de la cárcel donde el poeta murió de tuberculosis el 28 de marzo de 1942.
La segunda de las peticiones se refiere a la instalación de la escultura de Eusebi Sempere 'La Paloma de Acero' en el puerto de Alicante en memoria de los fusilados durante la Guerra Civil y de los exiliados que partieron desde la ciudad. El último buque que partió de Alicante cargado de refugiados fue el mercante inglés 'Stanbrook', que trasladó hasta Orán (Argelia) a más de 2.600 personas en la primavera de 1939.
El texto de la doctora puertorriqueña Mercedes López-Baralt aborda el permanente diálogo intertextual que caracteriza su poesía
martes, 24 de enero de 2017 - 6:20 PM
Por ELNUEVODIA.COM
Mercedes López-Baralt (Archivo / GFR Media)
La doctora puertorriqueña Mercedes López-Baralt acaba de publicar un nuevo libro titulado “Miguel Hernández, poeta plural”, cuya presentación oficial se celebrará el martes, 7 de febrero, a las 7:00 p.m., en la Academia Puertorriqueña de la Lengua, ubicada en el tercer nivel del Cuartel de Ballajá, en el Viejo San Juan. El doctor Ferdinand Padrón, poeta y catedrático de la Universidad de Puerto Rico en Utuado, estará a cargo de la presentación del libro. Este libro, según se informó en comunicado de prensa, aborda el permanente diálogo intertextual que caracteriza la poesía de Miguel Hernández, y que resulta en un originalísimo mestizaje retórico que entrevera tradición y vanguardia. El desencaje entre retóricas diversas, que tantas veces se da en un mismo poema, resulta en una tensión fecunda para la sorpresa, elemento indispensable de la poesía, como en su día lo señaló Edgar Allan Poe y más tarde lo explicara Claudio Guillén. Sorpresas que subvierten cada etapa: la pastoril es culta, la culta es oral, la amorosa violenta, la bélica se torna antibélica, la petrarquista despierta la sexualidad más encendida, la clásica alberga a la vanguardia. Es precisamente esta dimensión de la obra hernandiana, tan oscilante dentro de su coherencia como irreductible al tópico, lo que la engrandece, convirtiendo a Miguel Hernández en un poeta plural.
La Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica ultima estos días una macro–exposición sobre Miguel Hernández para reivindicar su figura en el 75 aniversario de su muerte, que se instalará en la Lonja del Pescado de Alicante entre el 10 de marzo y el 7 de mayo. Esta entidad, que ya organizó otra muestra parecida hace 25 años en el 50 aniversario de la efemérides, con 50 artistas, pretendía inicialmente ceñirla a 75 artistas «pero hemos recibido cerca de 200 propuestas de artistas que querían participar», señala Carme Jorques, comisaria y responsable de la muestra, que explica que «desafortunadamente lo hemos tenido que dejar en unas 118 obras porque no caben más, ya que no ha sido posible disponer de la Lonja entera». El centenar de artistas –fundamentalmente alicantinos pero también valencianos, castellonenses, murcianos o granadinos– mostrará en la sala grande de este espacio municipal una obra nueva creada para la ocasión, en su mayoría, inspirada en la figura o en los versos de Miguel Hernández, en su tiempo o en su legado. Cada artista añadirá un texto adjunto que explique el motor creativo de su obra o, en su defecto, un texto o poema, para orientar a los espectadores, ya que la exposición Homenaje a Miguel Hernández.75 aniversario tiene un carácter divulgativo e incluirá información documental, así como actividades complementarias como conferencias, presentaciones de libros, actuaciones musicales o visitas guiadas, dirigidas especialmente a los escolares. Entre la larga lista de nombres figuran algunos de trayectoria consolidada como Antoni Miró, Carmen Calvo, Eva Mus, Rafael Armengol, María Chana, Dionisio Gázquez, Javier Lorenzo, Eduardo Lastres, Javier Pastor, Elena Aguilera, Aurelia Masanet, Joan Castejón o José Díaz Azorín, que compartirán espacio con otros jóvenes creadores como Perceval Graells, Xavi García, Chemi Galiano, Damià Díaz, Luisa Pastor, Santiago Delgado o Martín Pérez Ripoll. También habrá obra de pintores fallecidos como Segundo García, Arcadi Blasco o Mario Candela, ofrecida por sus familias. «Lo mejor es que hay mucha diversidad, tanto de artistas participantes como de estilos, ya que hay jóvenes y consolidados, figuración y abstracción, pinturas, instalaciones, fotografías, esculturas o videocreaciones, que los artistas están acompañando de unos textos preciosos», apunta Jorques, que a final de enero culminará la recepción de las obras en Alicante y augura que «va a quedar muy bien». Las piezas , que se presentan en formato cuadrado, se ceden en exclusiva para la exposición, que tendrá carácter itinerante y después se instalará en el Museo de la Universidad de Alicante (MUA), donde las obras quedarán custodiadas entre muestra y muestra. Este homenaje servirá de eje central de otras reivindicaciones de la Comisión para la Memoria Histórica de Alicante, como exigir la nulidad de la condena a muerte que pesa sobre Miguel Hernández dictada por el régimen de Franco o reclamar la instalación de la escultura El Pájaro de Eusebio Sempere en el Puerto de Alicante en memoria de los fusilados y exiliados desde Alicante durante la Guerra Civil española.
En 2017 se cumplen 75 años de la muerte del poeta Miguel Hernández. Su legado literario y personal se encuentra en Jaén. Las nuevas tecnologías se han convertido en instrumento para mostrarlo al gran público en el Museo Miguel Hernández de Quesada, municipio natal de la mujer del poeta, Josefina Manresa. Además, el Instituto de Estudios Giennenses ha digitalizado este legado y ha puesto a disposición de todo el mundo, en una plataforma de internet, los más de 5.000 registros que lo componen entre documentos, libros, fotografías, cartas y otros objetos.
El escritor y dramaturgo fue amigo y colaborador de la Fundación Cultural Miguel Hernández y ganó el premio de poesía en 2008
26.01.2017 | 01:52
Amado del Pino
El dramaturgo Amado del Pino falleció el pasado domingo a los 56 años en Madrid, ciudad en la que residía. El también escritor de origen cubano era amigo y colaborador de la Fundación Cultural Miguel Hernández, que hoy ha dado cuenta del óbito. Nacido en Tamarindo (Camagüey), el 25 de febrero de 1960, sintió bien temprano una gran vocación por el teatro, que lo condujo a estudiar en el Instituto Superior de Arte la especialidad de Teatrología. Se trasladó a La Habana, donde trabajó como redactor y editor de la revista "Tablas". En 1986 participó como actor en la película "Clandestinos", de Fernando Pérez, que lo hizo muy popular, y en 1994 en "Guantanamera". En 2008, con motivo de las I Jornadas Hernandianas en Cuba que se organizaron desde la Fundación oriolana y el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, se comprobó la popularidad de Amado en las calles de La Habana. Escribió la obra teatral "Tren hacia la dicha" (1987), y "El zapato sucio" (Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera 2002), "Penumbra en el noveno cuarto"(Premio UNEAC 2003), "Triángulo" (2004), "Cuatro menos" (Premio Carlos Arniches, de Alicante, 2008), y "Reino dividido" (2011), donde pone a dialogar a Pablo de la Torriente Brau y Miguel Hernández. Esta última obra se representó en Orihuela y en otras ciudades, dirigida por Carlos Celdrán y su compañía Argos Teatro. Desde 2006 residió en España, primero en Murcia y después en Madrid. Su mujer, Tania Cordero, supo convivir con un hombre dulce, irónico, perspicaz y muy inteligente, apasionado por la vida y sus placeres, pero sobre todo comprometido con su obra y su pueblo cubano. En 2008 recibió el Premio Internacional de Periodismo 'Miguel Hernández', promovido por la Fundación oriolana. En ese mismo año recibió, por "Cuatro menos cuarto", el Premio de Teatro Carlos Arniches de la XVI Muestra de Autores Contemporáneos Españoles, del Ayuntamiento de Alicante. Con Tania Cordero publicó en 2013 "Los amigos cubanos de Miguel Hernández". "Por encima de su trayectoria literaria, teatral e intelectual, nos quedará su sonrisa de niño grande, amante de la buena comida, de los libros y de los amigos. Con Tania recorrimos las calles de La Habana Vieja, en busca de libros viejos, de la vida palpitante que, pese a todo, sigue disfrutando de los pequeños placeres", explica la Fundación Miguel Hernández. "Desde la Fundación Cultural Miguel Hernández queremos expresar nuestra tristeza por su pérdida y también nuestra alegría por haberlo conocido. Y para Tania, nuestro más cariñoso y sentido pésame", explica la institución en un comunicado.
A la derecha de la fotografia con macuto rojo Amado del Pino, José Carlos Rovira, Ramón Palmeral, y Victor Casaus, en el cementerio de Alicante 2010. Mausoleo de Miguel Hernández.
El escritor y poeta Manuel Molina Rodróguez nació en Orihuela, calle Barrio Nuevo el 17 de octubre de 1917, a unos 100 mertro de la tahona de los Fenoll, tan él scomo su madre iban a la tahona a comprar el par, por ello de joven conocio a Miguel Hernández, a Ramón Sijé, a Carlos Fenoll a Josefina Fenoll, a Jesús Poveda. Es autor de más de veinte poemarios, y de libro como "Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela" de 1976, y otros libros en colaboración con Vicente Ramos. Conoció a poetas como Francisco Salinas, Bantiago Moreno Grau, Vicente Bautista Belda, y mantuco correspondencia con todo los investigadores hernandianos de su época.
Teatro Meridional dota de vida a Miguel Hernández para que sea él mismo quien se suba esta noche (20.30) a las tablas del Teatro de las Esquinas para poner en escena Miguel Hernández, una pieza creada en el 2000, que la compañía recuperó una década después con motivo de del centenario de su nacimiento. Y ahí sigue para mostrar un espectáculo de teatro sobre la alegría y la emoción basado en la vida y obra del poeta, con adaptación de sus textos y poemas. Una historia real y una ficción apasionada que emociona, dirigida por Álvaro Lavín & Marina Seresesky, con textos de Julio Salvatierra.
A Miguel Hernández le visitan sus fantasmas. El de Josefina, su mujer; el de Ramón Sijé, su amigo de la infancia; el de Pablo Neruda, amigo y poeta admirado; y el de una misteriosa mujer que tal vez conoció en Madrid.. Todos ellos se acercan hasta la prisión de Alicante donde Miguel Hernández pasa los últimos días de su vida.
ELECCIONES DE LA VIDA / Esta visita arrastra al espectador directamente al pasado, a los años de juventud del poeta con cara de papa, a los años de la República, a los años de la guerra, en un viaje apasionado por los versos de la vida, del amor y de la muerte. Porque Miguel Hernándezz tiene que decidir, dentro de las prisiones y de las presiones, y escoger la opción más adecuadade un antiguo dilema entre la conciencia y la vida. Una decisión que marca el espectáculo como marcara su vida y obra, siempre en la lucha entre raíces y alas, entre su origen campesino y sus aspiraciones artísticas; entre el amor de Josefina y el de las mujeres ilustradas que le presentó Madrid; entre acudir a abrazar a su familia o aprovechar una sorprendente liberación carcelaria para emigrar a la libertad; entre el matrimonio y la conciencia política... Miguel Hernández, poeta del compromiso, entre dos generaciones literarias, entre dos Españas y siempre instalado en una máxima humanidad. Porque la vida de Miguel Hernández fue un caos, que supo ordenar gracias a las palabras y a sus ansias de escribir.