(Juan Arroyo con gorro, Muguel Hernández y Antonio Arroyo)
El periodista cubano Pablo de la Torriente Brau llegó a Madrid en septiembre de 1936 procedente de Estados Unidos para cubrir como corresponsal de prensa las informaciones sobre la Guerra Civil. “Me voy a España, a la revolución española. A ver un pueblo en lucha. A conocer héroes...”, dijo a sus familiares antes de partir de Nueva York, ciudad en la que vivía exiliado de la dictadura cubana de Gerardo Machado. Cayó en el frente a los pocos meses. El 19 de diciembre del 36 falleció combatiendo en Majadahonda y fue enterrado en el cementerio de Chamartín. Antes de que las tropas franquistas llegasen a las puertas de Madrid sus restos embalsamados fueron trasladados a Montjuïc con la intención de ser repatriados a Cuba, pero esta empresa de la que se debía ocupar su amigo Miguel Hernández no pudo llevarse a cabo y sus restos permanecen aún –presumiblemente– en una fosa común del camposanto barcelonés. El dia 3 de enero de 1937 asistieron el entierro Miguel Hernández, Antonio Aparicio y Juan Arroyo (A de derecha de Migue coin gorro). y se hicieron una fotografía.
FOTOGRAFÍAS DE MIGUEL HERNÁNDEZ A UN “CLICK”
José Ivars Ivars
Joaquín Vázquez Boronad
¿Pieza de colección o pieza de museo? El coleccionismo, sea el que sea, siempre generará esta duda o pregunta. Difícilmente vamos a saber dónde está la fina línea que separa el coleccionismo particular y propio, y aquellas piezas, documentos u objetos que mejor que en manos privadas, sería que estuviesen a buen recaudo, a disposición de quién desee verlas, estudiarlas u observarlas.
La fotografía además de una pasión, puede convertirse en un coleccionismo si quién lo practica decide un buen día buscar en lo antiguo, en lo que ya no se usa, en lo que ya no es cotidiano, y si incluimos en ese coleccionismo lo que conocemos como “fotografía antigua”, lo que se puede encontrar es impensable. ¿Qué harías tú si te cae en tus manos una fotografía histórica como la que hoy nos trae aquí?
No estamos cualificados para darle mayor o menor valor a la fotografía que está a la venta en un portal conocido de internet de acceso libre y abierto, y del que no vamos a dar señas por aquello de no dar publicidad gratuita, pero el mero hecho de que se trate de una fotografía que el vendedor data en el año 1937, y donde se puede ver al poeta oriolano Miguel Hernández, y además no se trata de una reproducción sino de una foto original donde apreciamos ligeras manchas de deterioro por el paso del tiempo, es algo que sorprende. También sorprende el precio de venta por la que se puede uno agenciar la foto: 1.100 € ¿Cara? ¿Barata?. Desde nuestro punto de vista, algo así no tiene precio, aunque deberían ser los expertos los que nos digan si fotografías como esta son de habitual hallazgo.
La fotografía, según datos que aporta el vendedor (del que tampoco vamos a dar detalles) dice estar hecha en Barcelona, indicando solo el año de 1937, y en la que se ve a Miguel Hernández junto a su amigo Antonio Aparicio Herrero, y unas dimensiones de 16x9 cm. Siendo poco habitual el ver este tipo de objetos en portales de internet de venta entre coleccionistas, el vendedor ha optado por la venta directa, es decir el primero que pulse se hace con ella. ¡Una foto de Miguel Hernández de 1937 a tan solo un “Click”! Podría haber optado por la opción subasta al mejor postor.
De Miguel Hernández se ha escrito mucho y se conoce casi todo, pero ¿quién fue Antonio Aparicio Herrero? Al igual de Miguel, también fue un poeta de la generación del 36, a la vez que dramaturgo y crítico literario, y al igual que Miguel luchó por sus ideales al lado de la República durante la Guerra Civil, pero a diferencia de Miguel, él si pudo escapar de sus verdugos, solicitando asilo en la Embajada de Chile. Nació en Sevilla el 30 de junio de 1916, y su legado literario es muy importante tanto con un extenso poemario, como un gran número de artículos periodísticos y de crítica teatral. Miguel y Antonio se conocen en Madrid, en casa de Pablo Neruda. Entre octubre de 1936 y febrero de 1937 cuando Miguel Hernández era el Comisario del Batallón “El Campesino”, Antonio actuó como ayudante, encargándose ambos de tareas propagandísticas y formativas para los soldados. Antonio Aparicio Herrero falleció en Caracas el 10 de julio de 2000 cuando contaba con 84 años de edad.
Puede que la foto puesta a la venta en internet, no sea realmente ese documento histórico que pensamos. Puede que sea una de las muchas fotografías que de Miguel Hernández hay en manos privadas. Y cuando algo es privado, nadie tiene derecho sobre ello salvo el propietario.
Pero uno siempre se hace esa pregunta… ¿Colección privada ó museo a disposición de